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Brotherhood of Wolves - I Don't Give A Damn
Nota de prensa:
Los alicantinos B.O.W (Brotherhood of Wolves) regresan con “I Don’t Give A Damn”, anticipo de “Chasing Shadows”, tercer álbum de la banda tras la publicación de “A Dump Of Twisted Destinies”.
B.O.W (Brotherhood of Wolves) lanza un grito contra la rutina y el materialismo en su nuevo sencillo “I Don’t Give a Damn”, y se alza como un auténtico himno de Rock rebelde.
La letra es obra de Vladimir Emelin y la música de Tommy López, la canción aborda la lucha contra la monotonía y el consumismo. El estribillo "No me importa un carajo" resuena como un grito de liberación, desafiando a los convencionalismos sociales y exaltando la autenticidad.
“I Don’t Give A Damn”, destila la esencia del Rock como desafío y expresión frente a la conformidad impuesta por la Sociedad, este primer single, ya disponible en Plataformas Digitales, le acompaña un extraordinario videoclip, el álbum “Chasing Shadows” verá la luz a finales del mes de septiembre.
“Chasing Shadows”, el tercer álbum de B.O.W (Brotherhood of Wolves), cuenta con numerosas colaboraciones entre la que destaca la participación del vocalista argentino Diego Valdez como voz principal. Diego tiene un largo recorrido en formaciones como Drean Child, Helker, Skiltron, Triddana y Eydillion, entre otras. Ha colaborado con Tarja Turunen y girado con Bohemian Rhapsody of Queen e History of Rock, por citar algunos de sus innumerables proyectos.
Marco May, vocalista del álbum debut y de su anterior entrega “A Dump Of Twisted Destinies”, aparece en un par de temas y un remix. Rafa Castillo desde Finlandia, colabora en un dueto con Diego Valdez e interpreta un tema en solitario. Jani Hölli al hammond desde Finlandia, Rob Wolf, Baire, Dr.Guit en las guitarras y Ale Stabile en el bajo.
Como formación habitual en B.O.W (Brotherhood of Wolves), colaboran diferentes músicos como Moisés Cerezo al bajo y coros, Izzy Cueto en la guitarra, Omar Martínez en los teclados y Tommy López en la batería y teclados.
El nuevo álbum de B.O.W (Brotherhood of Wolves), mantiene la contundencia y la versatilidad de sus anteriores trabajos, quizás, con un sonido más directo pero sustentado en argumentos sólidos como la densidad de sus composiciones y la facilidad que discurre su discurso donde el Rock es el protagonista absoluto.
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