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Cronica: Iron Maiden + Gojira + Sabaton en Madrid (Wanda Metropolitano) 14/07/2018Cita histórica la que se vivió el pasado sábado en el estadio Wanda Metropolitano de Madrid. La gira Legacy Of The Beast de Iron Maiden llegaba a España en fecha única, y por primera vez, los británicos iban a tocar en nuestro país en un gran estadio. Junto a ellos, dos teloneros de lujo como Sabaton y Gojira serían los encargados de dar comienzo a una noche que marcará un antes y un después en la historia de Iron Maiden en España.
Sin embargo, y antes de comenzar a hablar de lo que fueron los conciertos en sí, hay que destacar que la organización no estuvo a la altura de las circunstancias. Hubo una falta importante de coordinación en los accesos al recinto, con un retraso de más de media hora en la apertura de puertas en una de las entradas a la pista, lo cual hizo que mientras mucha gente estaba dentro del campo asegurándose un buen sitio, hubiera personas que se perdieran los primeros temas de Sabaton.
SabatonPese a ello, a las 18:25, 5 minutos antes de lo previsto, la ya clásica versión de Sabaton del mítico tema “In The Army Now” servía como introducción para que los suecos saltaran a escena al ritmo de “Ghost Division”. Con un simple telón, las gradas prácticamente vacías, y un tercio de la pista todavía accediendo al recinto, el grupo fue recibido con una gran ovación, y supo meterse rápidamente al público en el bolsillo.
Continuaron con un tema más reciente como “Winged Hussars” para posteriormente atacar dos de sus temas más conocidos, que fueron “Swedish Pagans”, rebautizada cómicamente como “Spanish Pagans”, y la gran “Carolus Rex”, con un trabajo fantástico de Chris Rörland en el solo de este tema.
De nuevo volvieron a por temas más actuales, rescatando la canción que da título a su último álbum de estudio, “The Last Stand” y un cañonazo como es “Night Witches”, aunque como era de esperar, si hay un tema de Sabaton que pone en pie a todo el mundo, ese es “Primo Victoria”, clásico por excelencia del grupo.
Llegaba el momento de despedirse, y para ello eligieron de nuevo, un par de canciones de sus dos últimos discos, que fueron “Shiroyama”, en la que el grupo sacó a relucir su bis cómica con Chris Rörland y Tommy Johansson tirando al suelo al bueno de Joakim Brodén, para terminar el corto, pero intenso show, con uno de sus clásicos más recientes como “To Hell And Back”.
GojiraTras los 45 minutos de Sabaton, llegaba el turno de Gojira. Reconozco que es un grupo que no terminaba de convencerme, pero la actuación que dieron en el Wanda fue todo un cañonazo. Sí que es verdad, que a lo mejor el estilo de la banda francesa no termina de ser el más apropiado para un show de estas características, ya que después de la pequeña fiesta que supuso el concierto de Sabaton, mucha gente se quedó un tanto descolocada con la música de Gojira, y la reacción que tuvieron fue mucho más fría que con los suecos.
Pese a ello, Gojira salieron a por todas con “Toxic Garbage Island” y una temprana “L’enfant Sauvage”. Rápidamente atacaron algunas de las composiciones de su último trabajo, Magma, con temas como “Silvera” o “Stranded”.
Además del gran telón de fondo con el logo de la banda, Gojira contaron con algunos elementos escénicos más que Sabaton, como columnas de humo o hileras de focos que daban otra dimensión al concierto. Continuaron con un clásico como “Flying Whales”, para volver de nuevo a Magma con una potente “The Cell”. Antes de continuar, Joe Duplantier agradece tanto al público como a Iron Maiden el poder estar allí, y comunica que es el cumpleaños del bajista, para continuar el concierto con “Backbone”.
Para finalizar su set de 50 minutos, los galos eligieron “The Shooting Star”, también de su último álbum, y una gran “Vacuity” con la que terminaron una actuación sobresaliente. Aun así, gran parte del público no terminó de comprender la propuesta de Gojira.
Iron MaidenTras 40 largos minutos de cambio, a las 21:13, por fin comenzaba a sonar la ya clásica introducción de “Doctor, Doctor” de UFO, señal de que Iron Maiden estaban a punto de tomar el escenario. Impresiona ver a algo más de 50.000 personas cantando a pleno pulmón la introducción del concierto, disfrutándola como si fuese un tema más del mismo.
Sin concesiones, Iron Maiden atacan “Where Eagles Dare”, con la mítica introducción de batería a cargo de Nicko McBrain, que en los primeros temas del concierto estuvo tapado por una lona de camuflaje, al igual que la mayoría del montaje escénico, para recrear un campo de batalla. Y es que, los cambios de escenario se fueron sucediendo a lo largo del concierto, siendo las primeras canciones de temática bélica.
La guitarra de Adrian Smith nos introduce la poderosa “2 Minutes To Midnight”, con los primeros “scream for me Madrid!!”. Si hubo un tema que me impresionó por la reacción del público, fue “The Clansman”, una de esas joyas que se encuentra en el catálogo del grupo de cuando Blaze Bayley era su vocalista. Bruce sabe cómo adueñarse de este tema, y no para de animar al público, dirigiéndolo con una espada. A destacar el trabajo de los 3 guitarristas, y sobre todo de un Steve Harris por el que no pasan los años, ya que al igual que Bruce, no para de moverse y de animar como si fuera un chaval.
Si “The Clansman” tuvo una gran acogida, con “The Trooper” el estadio entero se dejó la garganta. Siendo uno de los clásicos infalibles del grupo, han querido darle una vuelta de tuerca en esta gira, haciendo aparición por primera vez en este tema el Eddie gigante, vestido como en la portada del single. Espada en mano, Eddie se hizo dueño del escenario hasta que Bruce bajó de las plataformas superiores y se batió en un duelo de espadas con él, para finalmente, sacar una bandera española y dispararle con la misma.
En este momento, llegó el primero de los cambios de escenario. Varios técnicos vestidos de soldado retiraron los elementos de camuflaje para dejar ver una espectacular catedral, con vidrieras laterales en las que aparecen diferentes formas de Eddie. Sin apenas tiempo para admirar el montaje escénico, el grupo comienza con “Revelations”, tercer corte que interpretan de Piece Of Mind, disco que en esta gira ha adquirido un gran protagonismo.
Una de las pocas concesiones que hacen al material más reciente durante el Legacy Of The Beast tour, es la grandiosa “For The Greater Good Of God”, que aunque no tuvo la acogida que un temazo de esta envergadura se merece, les quedó de lujo, al igual que “The Wicker Man” que rápidamente volvió a caldear los ánimos del personal.
Es para destacar, que entre tanto clásico, el tema que más protagonismo adquiere en el repertorio sea “Sign Of The Cross”. Con Bruce ataviado con una túnica, el segundo corte de la era Blaze está plagado de efectos escénicos como llamaradas, una cruz que se ilumina, fuegos artificiales… todo para hacer justicia a una de las mejores canciones de X-Factor.
Un hinchable gigante de Ícaro aparece al fondo del escenario, seña inconfundible de que el siguiente tema es “Flight Of Icarus”, el cual han rescatado del baúl de los recuerdos para esta gira, ya que no la interpretaban desde 1986. Para esta ocasión, han decidido respetar la velocidad original del tema, conservando esa esencia de riffs pesados y potentes, con Dickinson cantándola mejor que en los 80, mientras disparaba fuego con unos lanzallamas.
“Fear Of The Dark” fue el último tema que interpretaron con el montaje de la catedral. Poco se puede decir de este tema que no se haya dicho ya. Mucha gente lo eliminaría fulminantemente del repertorio de la doncella, pero pocas canciones he visto en directo que tengan una reacción tan épica como esta. Escuchar a las más de 50.000 almas que había en el Wanda coreando las melodías pone los pelos de punta a cualquiera.
Al fondo del escenario aparecen unas antorchas, representaciones de cabras, una grieta luminosa en los laterales, y un fondo infernal para dar paso a “The Number Of The Beast”, otro de esos clásicos inmortales del grupo, que como ya viene siendo costumbre, aprovechan para lanzar llamaradas por doquier, aumentando notablemente la temperatura del abarrotado estadio.
Y sin casi darnos cuenta, llegamos al final de la primera parte del set, con la inamovible “Iron Maiden”, que sirve para que Janick Gers se desate, haciendo todo tipo de malabares con su guitarra. Llega la parte central, en la que Steve y Nicko se quedan solos, sonando con una contundencia brutal, y entre llamaradas aparece “el cabezón”, el gran Eddie hinchable al fondo del escenario, con el que terminan y se retiran a por un breve pero merecido descanso.
Para el bis, y como viene siendo habitual, Maiden se reservaron tres temas. El primero de ellos fue “The Evil That Men Do”, con Bruce animando al público a cantar el estribillo sujetándose sus partes. Sin embargo, fue “Hallowed Be Thy Name”, recuperada de nuevo en el repertorio tras los problemas legales, la que brilló con luz propia. De nuevo, los elementos escénicos como una jaula y una soga, engrandecieron un tema que ya de por sí es enorme. Impresionante como Bruce es capaz de alcanzar todavía las notas mas altas de esta canción.
El fin del espectáculo llegaba y “Run To The Hills” sirvió para poner el punto final entre pirotecnia, a un concierto que ya es historia.
El sonido del conciertoComo veréis no he hablado del sonido del concierto. Desde ayer, he podido leer comentarios de todo tipo acerca de este tema. Hay mucha gente que afirma que el sonido era malo, que apenas se distinguían bien las canciones, que faltaba potencia y varias críticas más.
Mi experiencia sin embargo fue distinta. Como podréis ver en las fotos, me encontraba en pista, bastante cerca del escenario (no más de 20-25 filas), y desde ahí, el sonido fue ESPECTACULAR, y lo pongo así, porque realmente lo fue. Cierto es que Sabaton sonaron un poco peor, que Gojira mejoraron, y que las dos primeras canciones de Iron Maiden padecieron los típicos ajustes que se suelen hacer al principio de un concierto. Por lo demás, no exagero si digo que fue una de las veces que mejor han sonado Maiden de todas las veces que les he visto.
Esto no quita para que me parezca una vergüenza que con los precios de las entradas, que no eran precisamente baratos, haya habido gente que no haya podido ver o escuchar el concierto en condiciones. Desconozco si estos problemas son causados por el equipo, por el recinto, o por qué, pero es inaceptable que existan unas diferencias tan grandes de una posición a otra.
Por lo demás, el concierto de Iron Maiden, para mi, fue de 10, tanto en actitud de la banda (especialmente Bruce Dickinson, que se salió), como en espectáculo, como en repertorio (a todos nos gustaría más, pero Iron Maiden llevan tocando 1:50h desde hace muchos años).
Iron Maiden hicieron historia.
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