Al parecer fue todo culpa de los chavalotes de Rock N Rock, una vez más...
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Desastre organizativo en el concierto de Mägo de Oz en MadridDesastre. Así, resumiéndolo mucho, fue lo que pasó el sábado 18 de diciembre en Vistalegre. Mago De Oz volvían de su gira sudamericana, y para cerrar la gira, iban a dar un último concierto en la plaza de toros de Vistalegre.
Un día antes del concierto, nos enteramos por unos amigos en un bar, que debido a las pocas entradas vendidas, el concierto se había pasado a la sala The Box, dentro de la misma plaza Vistalegre. Miramos la página de Mago De Oz, y te anunciaban el cambio, pero la promotora Rock N Rock no informó de nada. Ni en su Web ni en las inmediaciones del recinto. Nada. La gente que estaba en la cola no tenía ni idea del cambio hasta que entraron por la puerta.
Yo la primera sorpresa de la noche me la llevé cuando llegué una hora antes de la apertura de puertas, y ya había una cola enorme de gente esperando en la calle a pesar del frío y la fina lluvia. Me daba que al final se iba a hacer en la Plaza por la cantidad de gente que había fuera. Por si fuera poco, las puertas se abrieron casi una hora tarde, con lo cual el ambiente se iba calentando, había muchos chavales de doce o quince años, que estaban pasando muchísimo frío para ver a su banda.
Cuando por fin se abren las puertas, cerca de las ocho, entramos al recinto, y ahí es cuando nos enteramos “oficialmente” de que el concierto será en la sala The Box, ya que la puerta de acceso a la pista de la plaza, estaba vallada, y la gente de seguridad nos dijo que había que ir para la derecha y subir las escaleras. Ni si quiera ahí había información de ningún tipo. Tú vas pensando en ver a una banda en un escenario en condiciones, y te meten en una sala con un escenario irrisorio para Mago.
Aquí nos llevamos la gran sorpresa de la noche, unas doscientas personas, bajaban las escaleras cuando nosotros subíamos hacia la sala. No sabíamos qué, pero algo raro pasaba. Por fin, una mujer nos dijo que no subiéramos, que no íbamos a poder entrar en la sala por que estaba llena. A pesar de ello, decidimos subir para ver qué pasaba y como estaba la sala.
Para entrar a esta sala, hay que pasar por dos puertas. La primera la pasamos sin problema, pero la segunda no se podía pasar, por que ya había un tapón de gente. El escenario quedaba a unos diez metros por delante de nosotros y a la derecha. Desde ahí solo se podría ver la espalda del técnico de sonido. Para más INRI, el concierto de Khy se canceló, no sabemos por qué, así que estaban tocando Casa De Fieras, y no veíamos nada.
A pesar de todo esto, había gente que seguía entrando por la puerta, y en taquilla seguían vendiendo entradas, ante nuestra estupefacción. Hay quinientas personas esperando explicaciones en las escaleras de la sala, por que no se puede entrar debido a que se ha vendido más de lo que cabe dentro, y en taquilla se sigue vendiendo entradas.
Finalmente, nos dijeron que todo aquel que quisiese que se le devolviese el dinero, esperase en taquilla que iban a devolverlo en el acto. Por supuesto la gente decía que lo que quería era ver a la banda, no que les devuelvan el dinero.
La cola que se formó para la devolución era bastante grande. Nosotros estábamos al mitad de la cola y tuvimos que esperar algo más de una hora hasta que nos devolvieron el dinero, ya que devolvían el dinero a una decena de personas, y había que esperar unos diez minutos para que consiguieran más dinero y poder devolvérselo a más gente.
En la cola conocimos gente de Barcelona y de Alicante, que habían venido ese fin de semana para ver a Mago De Oz, y se quedaron fuera. Un chaval de trece años que era el primer concierto que iba a ver, y se quedó fuera. Por supuesto, a él no le valía de nada que les devolviesen el dinero a sus padres, él quería ver a Mago De Oz, y no entendía por que se iba a quedar sin verles. Gente llorando por que tenían las entradas desde hacía dos meses, y no pudieron entrar… Una vergüenza.
La banda no tenía mucha culpa, peor es lo de los promotores, que no avisaron que el concierto iba a ser en otra sala, y no pararon la venta de entradas a pesar de que no íbamos a caber todos. Pero en estos casos, quien se lleva las críticas es la banda, ya que la mayoría de la gente que estaba allí no sabe (ni tiene por qué saber) como funciona el mundo de los conciertos por dentro, y si le dices que hay un promotor que ha comprado un concierto y que es él quien se ocupa de todo eso, no lo entiende.
La policía llegó, y estuvieron a punto de desalojar la sala y cancelar el concierto, ya que había más gente de lo permitido. Pero no hubo huevos a decirles a mil personas que han estado horas pasando fríos en la calle, que se iban a quedar sin concierto.
Después de todo, nos devolvieron el dinero y nos fuimos a cenar algo para entrar en calor. Terminamos de cenar, y cuando salimos del restaurante, estaba la gente saliendo del concierto, junto a gente que todavía estaba esperando para que les devolviesen el dinero, con lo cual, desde que nos sacaron del recinto, hasta que devolvieron el dinero a todo el mundo, pasaron casi tres horas. Tres horas con un frío horrible, y en las que hubo un rato en el que cayeron algunas gotas de aguanieve.
Una vez más, algo montado por la promotora Rock N Rock, vuelve a terminar en una chapuza en la que hay muchos perjudicados que se quedan sin ver el concierto. Y van ya unas cuantas.
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