TIERRA SANTA - SALA ROCK KITCHEN - MADRID - 07/01/2011 Me vais a disculpar, y sin que sirva de precedente, pero en esta ocasión necesito realizar un pequeño alegato de juventud y de vivencias personales para introducir esta nueva crónica. Que el rock y el heavy metal es algo que los que lo llevamos dentro de la piel tiene un gran significado en nuestra vida y nuestros recuerdos de todo tipo es algo que todos, o al menos la gran mayoría, compartiréis conmigo.
En el caso que nos ocupa, y tras un regreso tan esperado como casi necesario, para un servidor los riojanos TIERRA SANTA marcaron algunos de los mejores años de la adolescencia y la juventud, palabra que comienza a cobrar su significado cuando uno alcanza la treintena viviendo experiencias musicales de todo tipo. Eran los años de encadenar festival tras festival en un mismo año, de ir a todo lo que se cociera en la ciudad y de compartirlo con los amigos, las novias y las cervezas (sin un orden establecido en la mayoría de las ocasiones). Y allí en tal o cual festival, de gira o sacando nuevo disco, en todos lados uno se encontraba con el directo de TIERRA SANTA, con temas que ya son seña de una época especial, aquellos finales de los 90 donde el heavy español cobró un nuevo impulso que, por suerte, hasta día de hoy no ha cesado ni disminuido. Sus discos eran fáciles de asimilar, sus temas fáciles de recordar y de cantar en un concierto, y sus directos auténticas descargas de himnos y de heavy metal de masas juveniles con las hormonas cargadas de metal y fiesta.
Que si, diréis algunos, que todo eso está muy bien pero TIERRA SANTA tampoco fueron nunca un grupo que se destacara por su valor instrumental o su aportación al estilo en general. Puedo estar de acuerdo al 100% con tal afirmación y al mismo tiempo defender que su paso por nuestra música, y más concretamente por la escena española, le dio un valor a ésta que pocos grupos del estilo supieron realizar durante aquellos años (más allá de los consabidos compañeros de andanzas como Saratoga, Avalanch, etc.…). Su calado y su legado están ahí y por eso es normal que tras tantos años de ausencia, casi cuatro sin pisar un escenario, tanto los jóvenes de ahora que han accedido a sus composiciones como los nostálgicos tempraneros como un servidor, comprendan perfectamente que con su regreso arrasen allá por donde vayan pisando. TIERRA SANTA llenó hasta los topes la amplia sala ROCK KITCHEN ayer 7 de Enero de 2011, una fecha que venía precedida de un aplazamiento un mes antes por motivos ajenos a los riojanos, sino meramente técnicos de la sala (llamémoslo así al derrumbe del techo de la misma; menos mal que no se llevó a nadie por delante…).
De esta forma, y sin ningún tipo de telonero que apoyara la velada, cosa que tampoco hizo falta ninguna, el quinteto liderado por Ángel, Arturo y Roberto (todo un estandarte de heavy metal para los seguidores de la banda) salió puntual como un reloj a su cita arropados por la ayuda de sus nuevos miembros, Juanan San Martín al teclado y David Carrica a la batería, para presentar su último y celebrado lanzamiento “Caminos de Fuego”.
A las 21:00 horas la intro comenzó a introducirnos en la épica que conlleva de forma intrínseca un concierto de TIERRA SANTA gracias a la conocida banda sonora de El Último Mohicano.
Desde ese momento la banda se hizo una con el público madrileño que abarrotaba la sala no solo en número, sino en ganas de cantar cada uno de los clásicos del grupo, que fueron muchos y variados, sobre todo haciendo un amplio repaso a todos sus discos, tocando temas que no habían sido tocado previamente en sus giras de principios del milenio así como dándole una gran importancia a “Caminos de fuego”, del cual pudimos escuchar 5 temas muy bien recibidos en su mayoría por todos los allí congregados, en especial cosas como el propio “Caminos de Fuego”, “La leyenda del holandés errante” o “Ejércitos de las Tinieblas”, canciones que ya la mayoría de los fans se sabían de pe a pa y disfrutaron con efusivas muestras de goce.
La banda al completo estuvo entregadísima con la gente. Ángel demostrando su emoción por volver a Madrid tras tanto tiempo sin subirse a un escenario, por recuperar viejas sensaciones que eran compartidas por el público, y una cercanía que hizo que estuviera mucho más comunicativo de lo que acostumbraba a ser y a lo que nos habíamos hecho conocida ya su habitual escasez en palabras.
El sonido jugó alguna que otra mala pasada. Sonaron realmente bien durante los primeros compases del concierto para más adelante sufrir algún fallo en el sonido de las guitarras (como si faltaran algunas notas de vez en cuando probablemente por culpa de la señal inalámbrica de las mismas o algún que otro detalle que desconozco). Eso hizo que durante cierta parte del show el sonido del grupo se hiciera demasiado hiriente para los oídos al suplir la nitidez con volumen, pero que de igual forma se recuperara a ratos dependiendo del tema que estuviéramos escuchando.
Grandes momentos para recordar fueron, sobre todo, las reacciones de la gente ante los grandes clásicos tanto tiempo después. La sala se puso patas arriba con los primeros acordes de temas como “Indomable”, “Pegaso”, “Mejor Morir en pie” o los bises finales con “Legendario” “Tierras de Leyenda” y, por supuesto… “La canción del pirata”.
En definitiva, una noche donde unos recuperaron las sensaciones de antaño y otros tuvieron la oportunidad de ver a unas de las marcas registradas del heavy metal patrio de finales de los 90. Un grupo auténtico que mantiene la esencia de lo que fueron de forma intacta y con la sapiencia que ofrecen los años, sabiendo llevar el ritmo del concierto a la perfección, manejando las reacciones de la gente mediante la elección de los temas y las diferentes fases de conciertos que estos representan.
Dos horas de concierto en el que, por las caras de la gente y por la multitud de camisetas y merchandising que salía por la puerta, la gente salió satisfecha de volver a encontrarse con uno de esos grupos que, guste o no, tuvieron, tienen y tendrán un halo diferente a los demás que les hace especiales. Como decía al principio, personalmente, todo un baño de juventud que se agradece sobremanera de vez en cuando.
SET LIST:
- Caminos de Fuego
- La sombra de la bestia
- Indomable
- La leyenda del holandés errante
- El azote de Dios
- Sangre de Reyes
- Juana de Arco
- Libre
- Rumbo a las Estrellas
- Hamlet
- Pegaso
- Mejor morir en pie
- Ejércitos de las tinieblas
- Una juventud perdida
- Hoy vivo por ti
- Reina de Egipto
- Nerón
- Un grito en el aire (dedicado especialmente a los fans) Bises:
- Legendario
- Tierras de Leyenda
- La canción del pirata www.metalcry.com