¿Será el rubio platino?,¿ los vestidos de filetes?, ¿los tacones?¿o compartirán psicólogo para aguantar a los administradores?
Pues no, lo que tienen en común (que sepamos) es el gusto por ese pseudorock llamado Glam
Los ‘heavies’ favoritos de Lady Gaga
Visten mallas, lucen algún cardado y su cantante, Justin Hawkins, le pega al falsete cosa fina. Para hacer respetable a la banda británica The Darkness siempre se la compara con Queen, pero también recuerda a Aerosmith, a Alice Cooper, a Kiss… De esta guisa han conseguido que haya quien piense que el glam metal merece una segunda oportunidad. En 2003, solo en su país, vendieron 1,5 millones de copias de su primer álbum, Permission to land. Tras un fallido One way ticket to hell... and back, regresan con Hot cakes, una colección de 11 canciones de AOR (siglas inglesas de Album Oriented Rock, rock de radiofórmula) que presentarán en España en octubre.
Entre esos que opinan que el glam metal merece esa segunda oportunidad se cuenta Lady Gaga, que ha elegido a esta banda como telonera para su actual gira. Al otro lado del teléfono, Hawkins (Chertsey, Reino Unido, 1975), se queja de la previsibilidad del periodista: “Vaya, directamente a la pregunta de Lady Gaga. Qué típico. Bueno, pues es genial. Al fin y al cabo significa telonear la mayor gira del año".
Y van en serio. Aunque lo primero que uno puede pensar es que esta banda es una parodia de aquellas que quedaron barridas del mapa en los noventa por la crudeza del grunge, el cantante lo rechaza categóricamente: “No somos una banda que parodie nada. Somos un grupo, no una banda de cómicos. Simplemente hacemos rock and roll de la manera en que solía hacerse”.
Ahora Hawkins disfruta, pero cuando abandonó el grupo en 2006 se decía que estaba harto de ese modo de vida: “Eso es algo que inventaron los medios. Uno no se cansa de estar en una banda, se harta de todo lo demás... A mí lo que me interesa es concentrarme en la música y marcarme retos artísticos. Todo lo demás son distracciones. Si por mí fuera, no me importaría no vender un solo disco más”.
Hawkins es muy famoso en su país. Su fibrosa figura y sus pómulos marcados pueden verse en el museo de cera de Madame Tussauds y hace unos años compartía tabloides con figuras como Amy Winehouse o Pete Doherty. También, algún hábito poco saludable. Acabó pasando una temporada en la clínica The Priory. Quizá tocó fondo cuando aspiró a participar en Eurovisión por su país y cayó ante el cuarteto discotequero Scooch.
Tras la experiencia con las drogas, llegó a decir en The Sun que le gustaría convertirse en consejero para personas con problemas de adicción. A fuerza de reveses, Hawkins es una persona muy celosa de su vida privada y no le gustan las preguntas que se salgan de lo estrictamente musical. “Es que me estás pidiendo que comente algo que dije hace seis años… bueno, pues no he tenido tiempo para dedicarme a ello. Desde el punto de vista creativo, no necesito las drogas. Ni entonces ni ahora”.
Para lograr encauzar su vida tuvo que dejar Londres y volver a la ciudad costera en la que se crió (Lowestoft, en Suffolk). “Allí vivo con mamá y papá y juego al fútbol con los colegas”. Una cotidianidad que ha conseguido compatibilizar con su condición de estrella del rock llenaestadios. Hace poco se le pudo contemplar en una de las pausas publicitarias de la Super Bowl en un anuncio para una marca de teléfonos móviles. Él lo ve totalmente compatible con una vida sencilla: “Era algo muy importante para la banda… Y lo de Eurovisión no es lo mismo… eso fue hace años”.
En cuanto a su nuevo disco, Hot cakes, el reto era (respuesta de libro) “mantener el sonido simple y sonar como The Darkness”. En la portada se ve a unas señoritas en bikini recostadas sobre tortitas y embadurnadas con caramelo. En inglés cake, además de una tarta o bizcocho, puede ser el trasero de una mujer e incluso un kilo de cocaína. “Lo de la cocaína no lo había oído. Para mí se refiere a un bizcocho. Me gusta pensar que si uno ve a una mujer bella y a la vez escucha una canción nuestra siente un extra de sensaciones”.
Además, en inglés cuando algo se vende como churros, se dice que se vende como hot cakes… A tenor de la recepción del álbum (excelentes críticas y número uno en la lista de rock de Reino Unido, número cuatro en la lista general, y número dos en Billboard de rock de EE UU) se puede decir que The Darkness ha encontrado la luz al final del túnel.
Fuente:
http://cultura.elpais.com/cultura/2012/ ... 69616.html